¡Buenas tardes
chicos!
Hoy os traigo la
tercera y última tarea de lazarillos, pero no debéis olvidar que de vez en
cuando yo también os propongo pequeñas tareas, muy entretenidas e interesantes,
en las cuales también podéis participar tantas veces como queráis.
En la entrevista que os muestro hoy, tenemos como
protagonista, ni más ni menos, al escritor
Fernando de Rojas. Veamos a ver que tiene que contarnos…
- Buenos días señor,
¿cómo se encuentra usted hoy?
- Buenos días
querido amigo. La verdad es que me encuentro bastante bien, si tenemos en
cuenta que hace casi 500 años desde mi fallecimiento. Habría que ver a más de
uno en mi situación - (se ríe)
- (Se ríe) – Si,
la verdad es que sí. ¿Qué puede contarnos usted acerca de su familia? ¿Era una
familia humilde?
- No, la verdad
es que no, en realidad pertenecíamos a una clase social bastante acomodada de judíos
perseguida por la Inquisición. Yo nací en La puebla de Montalbán, un pequeño
pueblo de Toledo, la verdad es que lo que más echo en falta de aquel lugar son
esas casas pequeñas de pueblo con esos ventanales de madera que se abrían al
alba y no se cerraban hasta el anochecer.
- Suena muy
enternecedor. En segundo lugar, quería preguntarle acerca de sus estudios en
Asturias, ¿cuál fue su especialización?
- A ver, he de
ser sincero y decir que en aquellos tiempos me hubiera gustado estudiar algo
relacionado con la arquitectura, pero finalmente estudié bellas artes para adentrarme
en el mundo de la pintura. Seguro que conoce alguno de mis cuadros, como, por
ejemplo: “La joven de la perla”.
Para mí
siempre ha sido un gran honor haber podido cursar mis estudios en una
universidad tan prestigiosa en la ciudad, el ambiente era completamente
diferente y fue allí donde descubrí mi verdadera vocación.
- ¿Qué le pareció
tener que modificar su obra años después de darla a conocer?
- La verdad es
que fue un poco jaleo todo, al principio la obra estaba pensada para que fuera
de una forma y años después tuvo que ser retocada y ampliada como ya sabrán.
Pero al final,
fue una obra con mucho éxito y estoy muy contento con el resultado.
- Finalmente, ¿Cómo
decidió irse a vivir a Talavera de la Reina?
- Una vez había hecho
mis grandes triunfos decidí que para mí retiro estaría bien un pueblecito en el
que siempre había querido vivir, de esta manera me trasladé allí hasta el día
de mi muerte.

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